
Encerradas en la nada oscura, cortan el agua a brazadas
y aunque tarde, llegan al otro lado del espejo.
Nadan con alas, se sientan esperando mientras juegan
con los brillos de sus escamas... y con la claridad del día,
empiezan a andar sobre arenas que antes no frecuentaran.
Faunos, esfinges, orcos y parcas.. dioses y musas, grillos silbidos y ratas.
La liturgia de las odas en poesía cantadas.
Cuando ELLAS no saben con qué jugar,
se entretienen en vez de con tabas, con conchas
y caracolas que encuentran en las orillas de abandonadas playas. ABPG
Foto de Maria Victoria Civantos