26.2.06

Da igual, no tienen memoria


Los niños no tienen porqué escuchar las explicaciones enrevesadas que los mayores se hacen entre sí, ni sus justificaciones (que responden a normas sociales), respecto a cómo se actúa o se debe actuar.
Habitualmente les martirizamos, intentamos que se muestren como estatuas, mientras nosotros los mayores hacemos justificaciones y explicaciones enrevesadas; da igual que tiren de nuestra mano para irse a comprar al kiosko de la esquina la golosina; da igual que oigan comentarios de adultos, sobre sus capacidades respecto a otros hermanos; da igual que nos dejemos llevar y expresemos nuestra ira arrebatadora; que les hagamos oir confesiones incomprensibles; que les dejemos ver episodios violentos, las peleas y locuras de los mayores; que mintamos descaradamente delante de ellos, en fin todas esas cosas que solemos hacer los adultos.
Da igual porque ellos no comprenden, y una vez que se hayan comprado en el kiosko lo que querían, se olvidan de lo que han oído, creen que son sueños...
Da igual, (aunque censuremos sus películas de ficción), que vean como es la vida en realidad, da igual que vean las dificultades de las relaciones, porque tarde o temprano las aprenderán.
Si acaso no diera igual, que vieran sin máscaras la dura realidad... mucho tendríamos que aprender los mayores, respecto a las debilidades, a la inocencia de los niños y respecto a su memoria.