Hieren las palabras mías,
Cuando no quieren hacerlo
Excitan cuando no tengo intención,
Hacen reír,
cuando pedir es lo que quiero,
Tan solo pedir.
Pedir no es una amenaza…
Y yo limosnas no quiero.
Son los vagabundos y los nómadas,
Los que siempre me entienden
Son los de la calle, los de a diario,
Y no los oficinistas y burócratas.
Son los oportunistas,
Los que mejor interpretan
mis palabras, retorciéndolas a su antojo
y cuando nadie les da la cara.
Son, los que a los ojos no miran,
Los que esquivan y de símbolos se rodean
Los que de miedo no tiritan,
Porque ellos mismos producen el miedo.
Son los intrigantes, los medidos,
Los que se endosan trajes,
con gran estilo.
Son los que tienen como arma la palabra,
Los que no saben interpretar lo que digo
Los que buscan tres, cinco, seis,
incontables pies en frases y miradas.ABPG
