Ayer he paseado por una de las calles más concurridas de Lecce, la que conduce al Doumo, pero a esa hora, no había casi gente. Era un paseo de despedida, y me ha resultado realmente gratificante. A la entrada de la calle, había una pintora que tenía sobre el suelo unos murales. Eran extraños, las caras se repetían, también los colores. Realmente me llamó de ella la atención, el hecho de que estuviese cantando a pleno pulmón, dos de las canciones más difíciles de cantar, según yo creo, y lo hacía realmente bien. Una de las canciones era brasileña, y la otra era "La valse a mille temps"...Me gusta tanto la canción, que hice de todo, por retrasar mi paso, hasta que al final, me paré frente a ella. Por cómo la miraban, creo que más de uno pensaba que estaba loca...tus propias pasiones, te podrían llevar al espacio de la locura. Yo, en un arrebato de contagiada locura, me imaginé a los transeúntes cantando y bailando La Valse... realmente hermoso. por primera vez he podido decir más de una frase seguida en francés, ya que desde que hablo italiano, el francés parece que lo he olvidado. Pero cada canción se debe cantar en su idioma original.
Realmente cantaba bien, y pronunciaba correctamente todas las palabras...Yo casi me pongo a bailar.
Probablemente sea mejor cantante que pintora. Es una pena, no siempre podemos dedicarnos a lo deseamos. Lo único extraño, es que cantaba las canciones de una forma más lenta, que la que sus intérpretes clásicos nos tienen habituados, quizá eso fue lo que más me llamó la atención.
Es cierto, que cada uno, le imprimimos un ritmo diferente a las cosas que hacemos, un ritmo propio. He llegado a casa y me he puesto a buscar a Brel para imprimirle mi ritmo... pero yo no canto tan bien y no es al baile a lo que me quiero dedicar.
Imagen Bill Brauer "mi último baile"
Realmente cantaba bien, y pronunciaba correctamente todas las palabras...Yo casi me pongo a bailar.
Probablemente sea mejor cantante que pintora. Es una pena, no siempre podemos dedicarnos a lo deseamos. Lo único extraño, es que cantaba las canciones de una forma más lenta, que la que sus intérpretes clásicos nos tienen habituados, quizá eso fue lo que más me llamó la atención.
Es cierto, que cada uno, le imprimimos un ritmo diferente a las cosas que hacemos, un ritmo propio. He llegado a casa y me he puesto a buscar a Brel para imprimirle mi ritmo... pero yo no canto tan bien y no es al baile a lo que me quiero dedicar.
Imagen Bill Brauer "mi último baile"