15.6.07

Relaciones

Yo, en el deseo, me sigo sintiendo como una mujer disfrazada de niña.
Las relaciones con los otros, proporcionan sin duda el mayor ingreso de satisfacciones e insatisfacciones en el balance diario de nuestra cuenta de resultados. Un día feliz con quien quieres y deseas o uno desafortunado con quien te genera odio o siempre fallas al aproximarte... es un día que ha cumplido o incumplido todas las expectativas: que te ha dado o negado un regalo, que te ha proporcionado algo indescriptible, te lo ha arrebatado o te ha sumado una pesada carga a la que a menudo no se puede renunciar, que es difícil de olvidar.
Hay veces en que nos faltan o sobran muchas cosas y tendemos por tanto a compensar esa pérdida por otro lado... compensar no significa siempre errar, porque no tienes porqué conformarte con lo que tienes, y siempre, siempre TIENES DERECHO A DESEAR.
Pero aveces, esta compensación, la equilibramos con el espacio indefinido (no poblado en tiempo real por personas), de la red y es una tendencia que con el paso de los años, en este siglo se va afianzando entre nosotros. No tener una red de amigos cercana, impulsa a buscar otro tipo de redes, que son del todo ficticias, pero que también generan sentimientos y adrenalina. Hoy día no queremos renunciar a esa adrenalina que en la vida moderna la falta de tiempo y espacio nos arrebata.
Parece ser algo reprobable, pero los sueños... el deseo, siempre han sido componentes fundamentales y naturales en todo ser humano.
¿O acaso es más digno soñar con Valentino Rossi?, creo que ya ambas cosas, se pueden casi equiparar.