15.6.09

Sottovoce

No la voy a votar... por mucho que se empeñe, porque ya unos cuantos votos va a tener. ( de música por ejemplo, o de psicología, sin ir más lejos). No la voy a votar porque conozco cómo trabaja la política. Eso, evidentemente se veía venir, porque en los pasillos nada es invisible. Es un lugar estupendo para la observación de un centro (siempre que pases desapercibido, algo que últimamente se me da muy bien).
Es curioso, cómo un equipo puede ayudar a un candidato retocando los rasgos que parecen más desdibujados e incluso no apetecibles, o cómo un equipo puede desmejorar a un candidato con experiencia y con ganas.
La participación y la imagen es muy importante es una corazonada y las corazonadas funcionan.
Yo también cuento con experiencias en común de ambos candidatos y tengo claro en qué tipo de juego quiero participar. En una tesitura tan extraordinaria resultaría difícil decantarse, pero a mí se me encendió la luz: prefiero el don de lenguas, parece más prometedor, más entusiasta y más liberado de favores y pactos de adláteres y otros.
A mis alturas aún no he aprendido a disimular, por eso me va muy mal con los que hacen eso muy bien. Yo aún me enrojezco. Es cierto que hay quien a última hora se destapa y te da una sorpresa como un helado de fresa, una mascarilla antienvejecimiento o un atardecer... pero casi siempre ves venir de lejos a la mala (¡ Perdón! a la que es peor). Es evidente que con estas declaraciones, poco le voy a sacar a los que sustentan las políticas...¡pero total! los de mi línea siempre han sido muy honrados! Era difícil ya sacarles algo! ganen o no.