22.5.10



Querida Concha

Porque no se puede definir la muerte de Concha con una simple expresión de "qué horror", escribo estas palabras.
Quién podría hoy decir que en el correo institucional, nos íbamos a encontrar una cosa así... como tu muerte. Nada de plazos, nada de entrega de..., nada de fechas o aulas, de exámenes programados o de encuestas, ¡encuestas...!. Si no hubiera abierto el correo un sábado, no lo habría leído.
Son las 15,39 hras. y acabo de fregar las tazas del desayuno. Después de recibir la noticia, me he ido a pasear por el centro, y a disfrutar la mañana con Marina y Javier. He encontrado a Marcos, el inquilino y testigo de mi algarabía, con el que también tengo historia. Le he saludado cordialmente: nada de palabras, nada de expresiones sentidas, de poemas que tan mal están vistos en instituciones académicas... Sin embargo, yo, en cuanto he podido le he dado un beso sonoro a mi hijo, o me he reído con la explicación que me hacía sobre las cosas que más fastidiaban a las niñas y sobre los espermatozoides y los óvulos; he pasado el peine de los piojos a Marina, después de que me enseñara la carta del cole... y he bromeado con ella diciendo que había visto como le saltaban con brío varios por la coleta.

Lo siento. Y lo digo por ti, con quien he compartido espacios y tiempos de nuestra vida académica. Debo decir eso, porque no conozco a tus hijos..., nada más que por lo que nos contaste en los breves momentos de escarceo común entre reunión y clase. 
En realidad, sé pocas cosas de ti, pero forman parte de nuestra historia profesional, académica y tal vez personal. Porque las experiencias en común, son experiencias  sentidas también personalmente de otra forma.
Te recuerdo a veces cercana y otras tantas lejana.También recuerdo afortunadamente, parte de ti  en rumores, como de cualquier otra persona de allí. Los rumores ya no existen. Ninguno.
Te recuerdo, haciendo un papel espléndido al exponer en Junta, el informe interno sobre los anteriores Planes de Estudio.
Entonces, en aquellas reuniones interminables, Ramón Porras, me dijo algo muy de psicólogo, que no le pega:
- Beatriz, "tú quieres ser de mayor como Concha..."
y yo le dije:
-No, digo, sí, quizá. Me gustaría.
Hoy no quiero ser mayor, lo siento Concha por ti.

Lo siento por ti, por nosotros, a quienes como humanos la muerte nos espera tranquila, quiera o no quiera ya, ser de mayor así: como tú.
No creo que vaya a verte.

Cocha Alcalde Cuevas profra. de CC de la Educación en Cádiz, ha muerto hoy día 22 de mayo de 2010. El día en que cumplía años mi abuela.
Imágenes de tumbas musulmanas tomadas en Sarajevo hace dos semanas.