Dime Ven-ana
Porque las arrugas indefectiblemente
surcan el mapa de mi casa,
defenderé el recuerdo que me queda
de aquel amanecer junto a tu ventana.
Defenderé el peso de aquella primera mirada
aunque la almohada del otro lado de la cama,
no sobreviva de momento, al recuerdo
de los pálpitos de prometedores roces aplazados.
Defenderé esa extraña sensación en mis rodillas
que oteando el horizonte de la plaza temblaron
al cruzar, sin conocernos aún, la distancia
que recorrimos y ahora nos separa.
Surcaré las geografías del espacio de esta casa
traspasando sus ríos, lagunas y montañas
hasta seducir la tristeza apenumbrada,
para llenar (rebosando) estas jaulas de deseo.
El rocío ¿no contiene también agua?
Surcaré las geografías del espacio de esta casa
traspasando sus ríos, lagunas y montañas
hasta seducir la tristeza apenumbrada,
para llenar (rebosando) estas jaulas de deseo.
El rocío ¿no contiene también agua?