a veces me concedo el deseo:
el placer de sorber mi propio tiempo.
Retrocedo en oscuros caminos,
que dejan con enrevesadas ramas
oscurecer al firmamento.
Pueden esperar los días inciertos.
No debemos aferrarnos a los caprichos
pretéritos. Solo lo anterior ha pasado.
El resto, lo estoy ahora escribiendo.
Son hechos fehacientes las nubes que
por el horizonte pasaron. Y sucesos
taxativos, las olas que removieron
cada océano.
Cada día progreso en embustes,
voy a sacar más de un cero.
Destronando posiciones,
concedo la mejor de las partes
al deseo.
Reino a ratos y este es uno de ellos.ABPG
