8.3.06

MUJER POETA, NO ES MUJER MIMOSA


Mi anuncio en un periódico europeo en el día de hoy podría ser la primera parte de esta pequeña nota:
"Soy una mujer trabajadora, entrada en edad y arrugas (que no en carnes), que quiere ser poeta. Siempre lo he sido un poco, pero ahora que puedo, casi no me dejan".
Hasta ahí el anuncio, que podría terminar en
"contacten conmigo a través del siguiente correo electrónico beakike@aliceposta.it"
La segunda parte del anuncio, evidentemente, no cabe en un periódico, ni siquiera local, y sería:
"No me dejan ni burocráticamente, ni administrativamente ni economicamente. Tenemos que vivir y pagar cosas, y eso me ha transportado a una carrera en la universidad... aunque tal y como están las cosas, tan solo se acaparan méritos, en un reto sin fin y contra el otro genérico; títulos que quiza luego no sean reconvertibles ni en dinero ni en otro tipo de promoción, fuera de las fronteras de la propia universidad.
Esta nota, contrariamente a mi estilo, no tendría porqué terminar optimistamente.
Insisto, yo quiero ser poeta. Entonces, ¿tendré que convertirme en socióloga poeta?. ¿Alguién tiene necesidad de algo similar?. Por no hablar de la necesidad que tengo de estar con mis hijos.
En el día de la mujer trabajadora, en el sur de italia se regalan flores a las mujeres, que suelen ser del tipo "mimosas" (no sé si a esto se le puede buscar alguna connotación genérica o personal). Yo sin embargo, he preferido regalarme otro tipo de flores.