Yo pedir no puedo,
tan solo ofrecer...
me gustaría que
algún gurú de la psicología
me dijera el porqué.
Siento que debo,
y recibir no quiero,
Yo si no ofrezco nada
me siento menguada:
sin techo, sin casa.
A los amigos pago
a los enemigos también
porque hay que premiar
a aquellos que de vista
se quiere perder.
Perder es extraviar,
y el bolsillo a menudo
se me pierde.
un bujero he de tener
eso decía mi abuela,
esa que no sabía escribir
pero sí sabía leer.
De contradicciones está
el mundo repleto,
y yo misma lo hago
en cada párrafo,
pero parece que luego
sé ajustar,
pues el resultado
de lo que digo,
no suena del todo mal.
Seguiremos por la senda,
hasta que acabemos el camino,
unos irán cantando,
y otros anhelaran vender
lo escrito
Para contar historias,
no hace falta más, que
un folio y un bolígrafo,
y si nadie me lee,
al repasarme,
me leo yo lo dicho.
