3.7.07

Tener memoria, Guardar memoria


Guardar hechos en la memoria no nos ayuda mucho a vivir, incluso nos puede tener retenidos en un espacio límbico, donde lo improbable es lo imposible.
Hacer recuento de lo perdido, de lo no conseguido, es también hacer memoria... que no nos ayuda tampoco a inscribirnos en la lucha de nuevos retos.
Pero vivir, sin episodios pasados, es como renegar de nuestra vida... de lo que sentimos, padecimos, de lo que quisimos y nos faltó, de lo que sufrimos en un momento dado, de parte de nuestra identidad, y por tanto de parte de las explicaciones que guian hoy nuestros pasos... pasos calmados, inseguros, respetuosos, comedidos... inexplicables pasos de nuestro pasado, que de vez en vez, conviene rememorarlos.

A quien el pasado ha secuestrado un recuerdo... no puede ser consciente de los pasos futuros. Es preferible tener miedo al dar un paso que no poder darlo. Siempre la pasión guarda su registro personal en la memoria y es el amor de la memoria el que nos lanza hacia los caminos menos transitados y más arriesgados; una percepción, que quizá nunca existió en realidad.