15.10.09

Tetuan y Xauen

Tetuán es
luna suspendida
en el atardecer,
olor y el sopor
de unos suaves labios
de amor mojados,
secos de hambre.

Porque en Tetuan
el Minotauro sale
de su cueva,
juega a esconderse
y me atrapa.

Es la paradoja
del pan y del
garbanzo caliente,
servido humeante
por los hombres
cuando el día
corre su velo.

Es el color de la
gena y el de
un azul cielo,
que con el viento
se entremezcla
y enfurecidamente
se adhiere a
la entrada, al suelo
y a la pared de
cada casa y techo.
Miles de alfombras
que se hacen
voladoras cuando
a nuestros pies 
extienden.


No hay más mar
que el que inunda
Xauen en cada
camino, por las mañanas.
Las miradas de
los niños contradicen
la espesura azul
de tus portadas.
ABPG