Toda elección es un cambio.
En el momento en que tú decides “hacer” o “dejar de hacer”, aunque sea en sentido contrario, el resultado supone un cambio.
En el momento en que tú decides “hacer” o “dejar de hacer”, aunque sea en sentido contrario, el resultado supone un cambio.
Si "no tenías que hacer" y eres consciente de ello, significa que voluntariamente te has dejado llevar no haciendo, y por tanto has elegido. Porque siempre -incluso en la no elección-, hay una elección, es decir un sentido diferente a lo anterior
Esta máxima en absoluto es teórica, porque no hacer supone ya hacer el no-hacer. Esta es una máxima a la que nos enfrentamos diariamente en nuestra vida cotidiana y por tanto es esencialmente práctica, se trate de un asunto baladí o bien en las cuestiones más profundas de nuestra vida.
Un cambio es la respuesta más ajustada a una meta, luego dejar de hacer, es igualmente un cambio, en sentido opuesto… pero cambio.
