5.12.06

El choque de las pasiones

El truco de las pasiones (si es que existe uno solo), es el de ajustar deseos con realidades..., solo que no siempre se está preparado para ello, solo que no siempre se puede.
Es como el que desea hacer el amor y no tiene con quien; es como desear al que no desea desearte; como amar a quien no quiere responderte; como corresponder a quien no tiene permiso; como buscar a quien no desea ser encontrado; como añorar lo que ya ha muerto, porque nunca ha nacido.
Realmente me veo un poco trágica. Son siempre los sentidos los que me rescatan, la memoria la que me impulsa, y empuja por nuevos trayectos... y ya he recorrido tantos!
Es injusto, que haciendome cada vez más mayor, me sienta siempre en una encrucijada, sin saber qué camino tomar. La seguridad no la dan los años, la proporciona aquel sentimiento interno difícilmente rescatable, personal e intrasferible. Nadie te lo puede conceder. Ni siquiera ese amigo que te daría todo.
Solo los colores, los olores y las formas me rescatan.
A una adulta madura con permanentes aspiraciones literarias, promesas inconclusas a la que eso le falta . Soy mayor, es cierto y es la inocencia y descaro de las pasiones lo que siempre me salva.
Quisiera aferrarme, aunque fuera a destiempo, en ese último momento en que pienso que me estoy cayendo.
Negro, azul, marfil, naranja, mandarina, imágenes de plazas y de luces, acentos de tonos y de lenguas diversas, entre sí quizá opuestas.
Tal vez no almaceno, porque no he nacido para envejecer.