Prohibir cosas,
para luego no cumplirlas.
Arrepentirse
por la respuesta directa,
para abusar luego de ella,
para luego bajar el cuello
y secarse la mejilla en el hombro.
Saber, que hay personas
y también situaciones
que sientan mal,
alimentándolas hasta el empacho,
para luego sentirse morir,
que es lo que tal vez se desea,
porque a vomitar se aprende tarde,
demasiado tarde.
Ser intocable, rugir y rumiar
Sed de mimos y aprentones,
Hecha de una pasta distinta…
No prohibir
aunque se deba,
aunque sea
absolutamente
obligatorio.