Oh Brother es una comedia del 2000 para reir y pasar un buen rato , para quienes aman el cine; por su simplicidad, por la provocación de unas ocurrencias, de situaciones rocambolescas, por una interpretación buena y por su magnífica música. -
Cuenta la historia de tres reclusos que se fugan de una carcel sureña y las peripecias que el contradictorio destino les tiene preparadas. Por ejemplo, mientras son famosos en todas las radios por una simple y animada canción, comen sobras y duermen en el campo. Habla de contradicciones del electorado, de las ingenuidades que hacen dar la vuelta de tuerca a los favoritos electorales, de los secretos más inclasificlables de los políticos. Pero todo eso lo hace sin aspavientos, de forma cómica e ingénua. La cara de George Clooney, define esa ingenuidad a la que me refiero, al igual que la de sus otros dos compañeros de reparto: Turturro y Nelson.
Joel Cohen, se merece la fama que tiene porque hasta lo más simple lo convierte en atractivo o al menos divertido que es lo que creo que debe pretender todo producto artístico... llamar la atención hasta tal punto que haga olvidar lo demás.
Los Cohen (Joel dirige), hacen con Oh Brother una magnífica forma de entretener.
Bajo esta ingénua historia hay divertidas críticas a los políticos, sus miserias y campañas electorales, a los baibenes incoscientes de un electorado, que simplemente ama la música.
Como cualquier espectador, que se quedará encantado con su banda sonora y se irá a la cama, con una ingenua sonrisa. ¿Quien da más por tan poco?
Cuenta la historia de tres reclusos que se fugan de una carcel sureña y las peripecias que el contradictorio destino les tiene preparadas. Por ejemplo, mientras son famosos en todas las radios por una simple y animada canción, comen sobras y duermen en el campo. Habla de contradicciones del electorado, de las ingenuidades que hacen dar la vuelta de tuerca a los favoritos electorales, de los secretos más inclasificlables de los políticos. Pero todo eso lo hace sin aspavientos, de forma cómica e ingénua. La cara de George Clooney, define esa ingenuidad a la que me refiero, al igual que la de sus otros dos compañeros de reparto: Turturro y Nelson.
Joel Cohen, se merece la fama que tiene porque hasta lo más simple lo convierte en atractivo o al menos divertido que es lo que creo que debe pretender todo producto artístico... llamar la atención hasta tal punto que haga olvidar lo demás.
Los Cohen (Joel dirige), hacen con Oh Brother una magnífica forma de entretener.
Bajo esta ingénua historia hay divertidas críticas a los políticos, sus miserias y campañas electorales, a los baibenes incoscientes de un electorado, que simplemente ama la música.
Como cualquier espectador, que se quedará encantado con su banda sonora y se irá a la cama, con una ingenua sonrisa. ¿Quien da más por tan poco?
