Un compañero de facultad se refería hoy al debate de Zapa/Rajo como de "palabras esgrimidas"; retorciendo el lenguaje, yo no vi en "ello" ni combate de esgrima ni debate. Y lo calificó como tal: "ello" porque a mí me aburrió soberanamente y me descepcionó otro tanto.
Si creyeron que con ello iban a rescatar votos, se equivocaron en el planteamiento y en lo esgrimido. Recurrieron a la patada en la espinilla, pensando que así descalificaban la actuación del otro o despertaban el voto dormido de izquierdas y de centro.
La patada en la espinilla más destacable fue primero recordar que Rajoy había formado parte de un gobierno de "AP" y en respuesta, que el "PSOE había sido marxista". Pero esa contestación, evidentemente también le viene bien al psoe.
Las respuestas "frontón" fueron abundantes. Y llamo respuestas frontón a eso de no contestar a lo que el otro plantea sino reproducir la lección aprendida, citando las mismas fuentes con interpretación diferente.
Se mostró por parte de zapa la demagogia, la cara más ruin de la política :la mentira, el jugar al escondite, mala preparación en imagen y defensa de un acontecimiento mediático como este.
En cuanto a rajo, que por primera vez me sorprendió, el epilogo fue una niñería y no se le puede calificar mejor. Solo se puede comprender si quiso endulzar con sus últimas palabras, la agresividad mantenida durante todo el tiempo de debate.
Yo solo concluí como positivo que ambos, tenían muy buena memoria y cabeza, sabiendo retener y "esgrimir" en el momento apropiado, la retahíla aprendida.
Es bueno que tengamos a gente con cabeza en el gobierno... pero a mí cada vez más me alejan de la política la indecencia y la farsa que están dispuestos a mantener nuestros líderes políticos.
Las buenas cabezas al igual que las buenas intenciones, no bastan.