Una de las palabras más polimòrficas y hermosas del español es: "afrontar", o al menos yo la veo así.
Afrontar un reto, afrontar un amor o desamor, afrontar una dificil situación...
El impulso y las fuerzas que le imprimes a las situaciones de tu propia vida es lo que cuenta, lo que configura tu perfil, "los posos" que tienes, sobre lo que el resto de las cosas importantes se asientan.
No se como voy a poder afrontar un hecho tan duro como la muerte de mi madre. Los médicos ya no conceden credibilidad ni a las medicinas o remedios que pudieran suministrarle, ni a sus propias fuerzas. Eso me ha tocado oirlo a mí de un médico... y aunque sin agresión, no ha sido tan poético como yo lo escribo.
Afrontamos las cosas, PENSANDO QUE SON BATALLAS ÚNICAS,
que una vez las libremos, habremos vencido, seremos mayores, incluso superiores!
Todas menos la muerte, porque la muerte no nos lleva al seno materno, no nos lleva a una galaxia cercana, no nos lleva a ninguna evasión a ningún triunfo, a ningún camino sino al propio, un poco más alejados o no de ella pero inevitable.
Tantas veces retando, afrontando el corte del cordón para que venga ahora la vida y lo rasgue de cuajo.
En contra de la consideración de los más cercanos, creo que soy bastante cobarde.
Yo siempre he querido afrontar con valentía las cosas de mis días... pero no sé lo valiente que podré ser ahora.
