Llevo desde el sábado sin fumar... no se si me resistiré.
Esta mañana me ha amonestado con un grito en mitad de la calle el basurero porque mi perro ha hecho una cagada diarréica sobre el árbol. Apesar de que le enseñado magistralmente a no cagarse en las aceras, no he podido evitar que tenga diarreas, algo que no hay quien lo recoja. Me he sentido ruborizada, porque los currantes de mi barrio (también los hay), han oído a esas horas de la mañana que el barrendero me reñía por primera vez y acto ajeno.
Estoy recolectando, ordenando papeles, para poder conseguir unos certificados de aval de mi universidad que me acrediten "en igualdad de condiciones " según dicen los propios con el resto de los docentes de otras universidades. La pesadilla vuelve a recordarme las contradicciones de la administración: pedir una acreditación, para que me acrediten o justificar méritos que ya los he justificado por tres instancias diferentes de mi propia universidad. No se como serán el resto de los profesores de otras universidades y a qué condiciones me tengo que igualar, pero está claro que el sistema de recogida de nuestros méritos, desmerece respecto a las otras universidades, si después de hacerlo tres veces, debemos volver a pedirles los mismos méritos (porque no cambian), para presentarlos a una agencia nacional.
No tengo ganas de nada, aunque al final termino haciéndolo y no del todo mal.
No se puede comer sola con un hombre. Advierto que aún hoy, tengo atractivo... ¿cómo decir a los amigos que se han confundido?
En ese estado de cosas andamos... y yo, que no me subo por las paredes porque no están impregnadas de nicotina. Hay que ver!! que droguita!
