23.4.09

Primavera


Somos porque somos humanos. Probablemente eso nos salva de todo, y nos acerca a todo. Nos olemos y nos gruñimos, como despertamos al sexo en primavera. Así, tampoco nos diferencian muchas cosas de los animales.
Vistos desde arriba, somos animales humanizados y damos risa con nuestras sandalias de tacón, nuestros atuendos de temporada, nuestros perfumes y nuestro sexo andante, rezumando, despertando inquietudes, y deseos. Las carnes, los sudores, los perfumes, los deseos no controlados que con la mirada se escapan acariciando a los lejanos y también a los que están a nuestro lado. Las cicatrices cuentan, aunque seamos animales humanizados.